FAMILIAS DE LA PUERTA
Independientemente del seguimiento de las familias que habitaron La Puerta desde 1752 hay otras familias que también pasaron por La Puerta provenientes de otros lugares, unas veces cercanos y otras más lejanos. Y este es el caso de la familia a la que vamos a dedicar un espacio en nuestro blog, porque aunque sólo uno de la familia nació en La Puerta, todos los integrantes de ella se encuentran enlazados con este pueblo y bien podemos decir que su querencia hacia La Puerta y sus gentes la llevan grabada hasta la médula.
Decía que de esta familia uno de sus integrantes figura en los registros de nacimientos en La Puerta, se trata de Florencio Hevia Rodríguez, nacido un 19 de julio de 1942, y bautizado el 27 del mismo mes, actuando como padrinos Melchor Cimadevilla, de Lario y su hermana Dolores Hevia, Por cierto, como era costumbre, ayudaban al sacerdote en esa ceremonia una persona mayor, Vicente Suero y un menor Antonio González Álvarez, futuro marido de Enedina Álvarez.
Esta familia encabezada por el matrimonio de Eulogio Hevia y Asunción Rodríguez llegó a La Puerta procedente de Riaño, allí nacieron tres de sus hijos Veremundo (1932) y Soledad (1933) y Laudelina Dolores (1934), falleciendo está última poco antes de cumplir los 2 años.
Foto Marisol Gil Hevia: Eulogio Hevia y Asunción Rodriguez.
Por razones de trabajo, Eulogio era madreñero, la familia abandonó La Puerta y se trasladó en varias ocasiones a otra localidades, Lugo, en donde nació otra de sus hijas Dolores, Mieres, Crémenes, para volver a La Puerta en donde residieron hasta 1957.
Veremundo Hevia.
En las dos etapas que residieron en La Puerta vivieron primeramente en la casa de Julia, frente a la cuadra del tío Isidoro, casa famosa ya que su balconada fue escenario de la pelicula Cuerda de Presos, y que los más pequeños, y permítaseme la licencia de incluirme entre estos, recordamos viviendo más tarde primero a Ramón el Cestero y más tarde al caminero de Ribota. En su segunda y más amplia estancia en La Puerta fueron vecinos de Fermín y Domitila.
Eulogio trabajó en la madreñera de Julio, ahí enseño a trabajar con las máquinas entre otros a Román Domínguez hasta que en 1957 se trasladó a vivir a Puente Castro.
Foto Marisol Gil Hevia: Soledad Hevia, la primera a la derecha, acompañada por la mocedad de La Puerta. De Izq. a Dcha: Carmen, Ámerica, la niña Josefina, hija de Laude; la terdera nos es desconocida, Manuela Alonso; Marina, Maruja, Jandra, Angelina, Leonides y Esther.
Hace unos días recibimos la visita, después de 48 años de Soledad Hevia acompañada de su hija Marisol y de uno de sus nietos, Soledad había visitado La Puerta en 1968, viaje en el que volvió a recordar parte de su infancia y disfrutar de la compañia de los que fueron sus vecinos.
Fotos Marisol Gil Hevia: Soledad y sus hijos en la visita a La Puerta en 1968, En el corral del tío Fermín y la familia acompañados por Fortunato Domínguez.
Soledad desde su segunda estancia en La puerta se trasladó a Madrid, en donde se casó y formó una familia, y desde aquel 1968 no había regresado a nuestra montaña.
Foto Marisol Gil Hevia: Soledad en 1957.
Me satisfizo enormente el encuentro, el conocer y acompañar a esta familia en su visita a La Puerta, ser participe de su ilusión, del reencuentro con sus vecinos a los que nunca olvido. Todo un placer.
Foto Miguel Valladares: Soledad acompañada por su hija Marisol y Gregorio González, su vecino de toda la vida.
Miguel A. Valladares Álvarez
No hay comentarios:
Publicar un comentario