miércoles, 7 de octubre de 2015

ALGUNOS TOPÓNIMOS DE LA PUERTA


BREVE DESCRIPCIÓN DE LA GEOGRAFÍA DE LA PUERTA


BREVE DESCRIPCIÓN DE LA GEOGRAFÍA DE LA PUERTA

    El Valle en forma de U en el que se asienta La Puerta es típico de la erosión glaciar frente a las cuencas de diseño en V propias de la erosión fluvial. El peso y la velocidad de avance del glaciar han esculpido de modo característico sus paredes, descarnando sus calizas y modulando sus montes.
    El Valle o porción de él, con una longitud que sobrepasa los cuatro kilómetros y una anchura que en ninguno de sus puntos supera los 1.000 metros, tiene cierto parecido a un bumerán, está orientado de norte a sur en su cabecera y vuelve hacía el noroeste en su tramo final. La entrada al valle por el norte comienza en el escobio de Torteros, punto de unión de otras dos depresiones Valdeburón y el Valle de Las Regueras. Por el sur converge en Riaño con el Valle de Tierra de la Reina, los cuatro plegamientos reúnen idénticas particularidades geológicas.
    La pared oeste es un bloque compacto de caliza con paredes verticales, el Cordal, a modo de cantil, tiene alturas medias de 1.700  metros y su punto más alto es el pico Yordas con 1.964.  En esta vertiente presenta algunas mesetas a distinto nivel y dos canales. Las mesetas más importantes son las de Borín situada a una altitud que ronda los 1.500 metros y  la de Los Doblos a 1.200. La primera carece de todo tipo de arbolado y está cubierta por herbazales, tan sólo se desarrollan algunos arbustos de olagas y brezos, en verano se puede ver la llamativa rosa de las peñas. En cambio en la plataforma de Los Doblos un pequeño bosque de roble ocupa parte de su extensión que, indudablemente ha ido perdiendo espacio por la mano del hombre.
    Las canales presentan algunas similitudes, las partes altas son de fuertes pendientes y totalmente deforestadas, las zonas intermedias son la fina línea que separa los escobales y piornos de la parte baja y los arbustos de olagas y brezos de la superior. En la zona baja ambas presentan dos rellanos de forma triangular con cierto declive y elevados sobre el fondo del valle, estas lenguas de tierra son  producto de los arrastres debidos a la relación gravedad-presión del terreno y el trabajo de otros agentes como la lluvia que favorece el desplazamiento o la nieve que aumenta la carga. La longitud de estas morrenas, en lento pero continuo movimiento, siempre las ha determinado el cauce del río, quien ha modelado su pared frontal progresivamente.
    En la pared este y sureste y desde el llano hasta una máxima altitud de 2.000 metros una cadena de montes de distinta altura escalona la vertiente y circundan el término. Estas cotas consignan varios parámetros propios del efecto erosionador del glaciar, presentan cimas redondeadas consecuencia del peso del hielo, las partes duras han aguantado la presión mientras las blandas han sido arrastradas, producto de ello las pindías cuestas e innumerables depresiones con depósitos sedimentarios en sus bases. Cuatros de estas últimas son adyacentes a la principal: el Valle de Escaro, Camiñon, Retolloran y Praocabao, y otra es interior, Hormas, la más extensa, pero con salida al valle del Bierón.
    El Valle de Escaro tiene otros tributarios como San Pelayo o Avoces. Camiñon es un valle corto y con grandes desniveles, en él destacan dos plataformas; la inferior llana y sedimentaria y la de Los Pedrosos, aguantada por una visible dentadura de peña caliza que aflora en sus laderas. En Puntaniella Retolloran, al que concurren otras vallejas menores, gana en profundidad y sus detritos marcan una pendiente continua. Praocabao es poco menos que testimonial, sus depósitos morrenicos ocupan muy poca extensión, aunque de las cuatro ésta es la situada a mayor altitud.
    La vegetación también tiene sus fronteras en esta vertiente; por encima de los 1.500-1600 metros desaparece el arbolado y se da paso a extensas camperas de pastizales con corros de flora de alta montaña donde prevalece el arbusto de brezo; en las zonas intermedias predominan los bosques: de hayedos en los umbríos y de roble en las solanas, especies éstas que cohabitan con otras entre las que cave destacar los acebos y los avellanos del sotobosque. Las laderas más bajas y lindantes con los llanos de praderío están desprovistas de floresta, camperas ganadas al bosque rodeadas de matas de escobas y piornales.


    El plano del Valle tiene un suave desnivel, su substrato está formado por los materiales arrastrados en las aluviones de época glaciar, cantos redondeados lijados y pulidos por el efecto de la fricción; sobre esta base un proceso de decantación ha permitido que los sedimentos formen un tupido manto de tierra vegetal convirtiéndose en las mejores tierras del Valle.
    Esta sima está avenada por el curso casi rectilíneo del río Iusu, que atraviesa a modo de columna vertebral líquida el Valle, su lecho no presenta meandros, fruto de obras de carácter hidráulico de las que hablaremos más adelante, y sus escasos cambios de dirección se ven provocados por el almacenamiento de materiales de riadas anteriores.
     En los humedales de sus márgenes pervive un soto rico en especies autóctonas; árboles como la salguera, y otros tipos de sauces y herbáceas como la espadaña y los venenosos acónitos o anapelos.
    Perteneciente al sistema fluvial también hemos de considerar la presa que emana y desagua en este cauce principal, se trata de un surco en parte artificial que corre en semiparalelo al río con inicio en el término de La Marnia, próximo a la raya con Escaro, y final en Bildeo al sur del pueblo. Abierta con el fin de aprovechar el agua desviada para usos agropecuarios.  

    Completan los drenajes los afluentes que desembocan en este tramo del Iusu, los dos lo hacen por su margen izquierda, los dos lo hacen a la presa, el arroyo de Camiñon desemboca en el término del Reorco y el arroyo de San José que se alimenta de diversas fuentes de aguas ferrugosas en los términos de Retolloran, Hoyanejo y Saguas  lo hacen en Puntaniella.  

Miguel Ángel Valladares Álvarez