viernes, 23 de octubre de 2015

NOTAS SOBRE LA PREHISTORIA DE LA PUERTA


NOTAS SOBRE LA PREHISTORIA DE LA PUERTA


    Aunque la arqueología ha evidenciado la presencia humana en los altos valles del Esla desde al menos finales del paleolítico, en las cuevas de La Puerta no se ha llevado a cabo prospección alguna que evidencie la estancia de estas gentes en el término. Esto no es óbice de que no los hubiera (todas las cuevas de nuestra montaña en las que se han llevado a cabo excavaciones, Cueva del Burro en La Uña, El Espertín en Cuénabres, La Iglesia y Del Osón ó Luisón en Riaño, han dado como resultado la ocupación de las mismas), ya que por su ubicación, por el medio que las rodea, próximas al cauce del río, son susceptibles de tener restos prehistóricos: la Cueva de La Telaya, sobre el Canto que separa El Andrinal de Barroso (encima del Pozo del Canto), la de Campaneo a escasos metros de la anterior y la Cueva de La Canalona en el alto del Villar, cueva ésta última que cuenta con dos entradas; una por la canal de la Canalona, término de La Puerta y otra por Campriondo, término de Éscaro, nombre con el que también se conoce la cueva.

    El primer resto de un asentamiento humano en el término de La Puerta es posiblemente anterior a la cultura castreña y se encuentra enclavado en lo alto de un cerro en la ladera Este del Valle que alcanza los 1.305 metros de altitud, El Corono, o Corón de La Puerta, en lo alto del pinar del pueblo. El Corón o Corono cuenta en su cima con una plataforma que supera los 180 metros de longitud y en su parte más ancha no alcanza los 60. (1)

    Foto: Miguel A. Valladares, vista desde el Corón de La Puerta del valle de Valdecasares.

La explanada está ubicada en la cara norte del Corón y está nivelada artificialmente, aún se puede observar restos de un muro en su lado Oeste construido a tal fin. En su lado Noreste se localiza un hoyo en forma cónica, de lo que pudo ser el “pedestal” de un monolito, semejantes a otros conocidos como el monolito de Valdosín, Llano de  o el de la Majada de Surbia.

    Foto: Miguel A. Valladares, llano del Corón de La Puerta.

 En su vertiente Oeste y a media ladera se distinguen varias estancias de planta circular con diámetros que van desde los 5 a los 3 metros. Próximas a estas, se encuentran dos fosas o excavaciones en forma de rectángulo irregular y distintas dimensiones. En ambas excavaciones se observa la misma disposición de materiales; en el lado inferior escombros del material excavado mezclado con pedazos de piedra en forma de lajas planas y redondeadas con bordes; y en lado superior un corte vertical de roca cuarteada. También queda huella de  alineaciones de muros en su lado  más accesible, el suroeste, sobre Hoyanejo (2).


    Fotos: Miguel A. Valladares, vistas de las zonas excavadas.   

Este yacimiento fue visitado por la profesora Ana Neira Campos, del Área de Prehistoria de la Universidad de León, y la conclusión, a falta de excavaciones más precisas, es que se trata de una cantera del periodo Pre-Neolítico; periodo en el aún no se utilizaba la cerámica y en su caso se buscaba este tipo de piedra blanda que se vaciaba dejando los bordes prominentes a modo de plato o cazuela.

    Foto: Miguel A. Valladares, restos de piedra trabajada.

(1) Su cara Sureste se conoce con el término Zamonte.

(2) Hoyanejo es un término con alguna plataforma situado sobre Saguas, lugar en el que se edificó la actual casa Museo, o el Centro del Urogallo, que para ambos cometidos se preveía su construcción.