BREVE DESCRIPCIÓN DE LA GEOGRAFÍA DE LA
PUERTA
El Valle en forma de U en el que se asienta
La Puerta es típico de la erosión glaciar frente a las cuencas de diseño en V
propias de la erosión fluvial. El peso y la velocidad de avance del glaciar han
esculpido de modo característico sus paredes, descarnando sus calizas y
modulando sus montes.
El Valle o porción de él, con una longitud
que sobrepasa los cuatro kilómetros y una anchura que en ninguno de sus puntos
supera los 1.000 metros, tiene cierto parecido a un bumerán, está orientado de
norte a sur en su cabecera y vuelve hacía el noroeste en su tramo final. La
entrada al valle por el norte comienza en el escobio de Torteros, punto de
unión de otras dos depresiones Valdeburón y el Valle de Las Regueras. Por el
sur converge en Riaño con el Valle de Tierra de la Reina, los cuatro
plegamientos reúnen idénticas particularidades geológicas.
La pared oeste es un bloque compacto de
caliza con paredes verticales, el Cordal, a modo de cantil, tiene alturas
medias de 1.700 metros y su punto más
alto es el pico Yordas con 1.964. En
esta vertiente presenta algunas mesetas a distinto nivel y dos canales. Las
mesetas más importantes son las de Borín situada a una altitud que ronda los
1.500 metros y la de Los Doblos a 1.200.
La primera carece de todo tipo de arbolado y está cubierta por herbazales, tan
sólo se desarrollan algunos arbustos de olagas y brezos, en verano se puede ver
la llamativa rosa de las peñas. En cambio en la plataforma de Los Doblos un
pequeño bosque de roble ocupa parte de su extensión que, indudablemente ha ido
perdiendo espacio por la mano del hombre.
Las canales presentan algunas similitudes,
las partes altas son de fuertes pendientes y totalmente deforestadas, las zonas
intermedias son la fina línea que separa los escobales y piornos de la parte
baja y los arbustos de olagas y brezos de la superior. En la zona baja ambas
presentan dos rellanos de forma triangular con cierto declive y elevados sobre
el fondo del valle, estas lenguas de tierra son
producto de los arrastres debidos a la relación gravedad-presión del
terreno y el trabajo de otros agentes como la lluvia que favorece el
desplazamiento o la nieve que aumenta la carga. La longitud de estas morrenas,
en lento pero continuo movimiento, siempre las ha determinado el cauce del río,
quien ha modelado su pared frontal progresivamente.
En la pared este y sureste y desde el llano
hasta una máxima altitud de 2.000 metros una cadena de montes de distinta
altura escalona la vertiente y circundan el término. Estas cotas consignan
varios parámetros propios del efecto erosionador del glaciar, presentan cimas
redondeadas consecuencia del peso del hielo, las partes duras han aguantado la
presión mientras las blandas han sido arrastradas, producto de ello las pindías
cuestas e innumerables depresiones con depósitos sedimentarios en sus bases.
Cuatros de estas últimas son adyacentes a la principal: el Valle de Escaro,
Camiñon, Retolloran y Praocabao, y otra es interior, Hormas, la más extensa,
pero con salida al valle del Bierón.
El Valle de Escaro tiene otros tributarios
como San Pelayo o Avoces. Camiñon es un valle corto y con grandes desniveles,
en él destacan dos plataformas; la inferior llana y sedimentaria y la de Los
Pedrosos, aguantada por una visible dentadura de peña caliza que aflora en sus
laderas. En Puntaniella Retolloran, al que concurren otras vallejas menores,
gana en profundidad y sus detritos marcan una pendiente continua. Praocabao es
poco menos que testimonial, sus depósitos morrenicos ocupan muy poca extensión,
aunque de las cuatro ésta es la situada a mayor altitud.
La vegetación también tiene sus fronteras
en esta vertiente; por encima de los 1.500-1600 metros desaparece el arbolado y
se da paso a extensas camperas de pastizales con corros de flora de alta
montaña donde prevalece el arbusto de brezo; en las zonas intermedias
predominan los bosques: de hayedos en los umbríos y de roble en las solanas,
especies éstas que cohabitan con otras entre las que cave destacar los acebos y
los avellanos del sotobosque. Las laderas más bajas y lindantes con los llanos
de praderío están desprovistas de floresta, camperas ganadas al bosque rodeadas
de matas de escobas y piornales.
El plano del Valle tiene un suave desnivel,
su substrato está formado por los materiales arrastrados en las aluviones de
época glaciar, cantos redondeados lijados y pulidos por el efecto de la
fricción; sobre esta base un proceso de decantación ha permitido que los
sedimentos formen un tupido manto de tierra vegetal convirtiéndose en las
mejores tierras del Valle.
Esta sima está avenada por el curso casi
rectilíneo del río Iusu, que atraviesa a modo de columna vertebral líquida el
Valle, su lecho no presenta meandros, fruto de obras de carácter hidráulico de las que hablaremos más adelante, y
sus escasos cambios de dirección se ven provocados por el almacenamiento de
materiales de riadas anteriores.
En
los humedales de sus márgenes pervive un soto rico en especies autóctonas;
árboles como la salguera, y otros tipos de sauces y herbáceas como la espadaña
y los venenosos acónitos o anapelos.
Perteneciente al sistema fluvial también
hemos de considerar la presa que emana y desagua en este cauce principal, se
trata de un surco en parte artificial que corre en semiparalelo al río con
inicio en el término de La Marnia, próximo a la raya con Escaro, y final en
Bildeo al sur del pueblo. Abierta con el fin de aprovechar el agua desviada
para usos agropecuarios.
Completan los drenajes los afluentes que
desembocan en este tramo del Iusu, los dos lo hacen por su margen izquierda, los
dos lo hacen a la presa, el arroyo de Camiñon desemboca en el término del
Reorco y el arroyo de San José que se alimenta de diversas fuentes de aguas
ferrugosas en los términos de Retolloran, Hoyanejo y Saguas lo hacen en Puntaniella.
Miguel Ángel Valladares Álvarez
Me encanta Miguel.
ResponderEliminarSaludos.
Una lección de geografía.....
ResponderEliminarGracias !!!